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Políticas de utilización racional de los medicamentos. Parte II: Programas de utilización racional de los medicamentos desarrollados por los servicios sanitarios de atención primaria y especializada
 
 
Mª Soledad Díaz- Maroto Muñoz.
Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.
Madrid, España.
 
 
RESUMEN:
El gasto farmacéutico en España es un capítulo muy importante dentro del gasto sanitario. La limitación de los recursos existentes y la gran demanda de necesidades hacen necesario el diseño y puesta en marcha de distintas estrategias que contribuyan a una utilización racional de los medicamentos.
En este artículo vamos a describir las actividades más importantes desarrolladas por los profesionales sanitarios en los Programas de uso racional del medicamento: selección e información de medicamentos.
El desarrollo en el tiempo de estos Programas garantizará la prescripción del fármaco más efectivo y seguro al menor coste y contribuirá a la mejora de la calidad asistencial.
 
PALABRAS CLAVE: Uso racional del medicamento, efectividad, eficiencia, selección de medicamentos, guías farmacoterapéuticas, información de medicamentos.
 
TITTLE: Rational use of drugs policies. Part II: Different Rational Use of Drugs Programmes on the Healthcare Systems of Primary and Hospital care
 
SUMMARY:
The pharmaceutical cost is a very important part of the global healthcare cost in Spain. The purpose of this article is to describe the different strategies implanted by the practitioners and other sanitary proffesionals included in the Rational Use of Drugs Programmes: drugs selection and information.
The development of these Programmes will improve the prescription of drugs more cost/effective and will guarante the more quality of Healthcare Systems.
 
KEY WORDS: Rational use of drugs, effectivity, efficiency, drugs selection, drugs formularies, drugs information
 

Según se describió en la Parte I en relación a las Políticas de utilización racional de medicamentos, el objetivo primordial de la Administración del Estado de lograr la contención del gasto farmacéutico, mediante distintas medidas como la reducción de márgenes de las oficinas de farmacia y almacenes de distribución, políticas de reducción de precios, potenciación del uso de genéricos, etc son insuficientes (1). Sus resultados son visibles a corto plazo, pero limitados en el tiempo.
 
Con independencia de la implantación de estas medidas políticas, resulta imprescindible desarrollar otras actividades e intervenciones que impliquen a otros sectores como el medio sanitario y los propios pacientes.
Se trata de crear una “verdadera cultura de uso racional del medicamento” en todos los ámbitos. No se trata exclusivamente de “comprar el más barato”, se trata de seleccionar el medicamento más apropiado para el paciente entre las distintas alternativas terapéuticas existentes, garantizando su eficacia y seguridad, es decir elegir el medicamento más coste/efectivo.
 
La limitación de los recursos existentes y la complejidad cada vez mayor de los tratamientos ha conllevado una mayor sensibilización del sector sanitario en los aspectos relacionados con el uso racional de los fármacos. El personal sanitario está concienciado y se ha involucrado en el manejo y la utilización responsable de las distintas alternativas disponibles de tratamiento intentando seleccionar la más coste/efectiva para el paciente.
Pensar que está justificada la utilización de cualquier recurso aunque el beneficio para el paciente sea pequeño, supondría un elevado coste de oportunidad para el resto de los ciudadanos. Hay que incluir criterios de eficiencia en la prescripción.
La evaluación económica de las distintas intervenciones, es decir la eficiencia (relación entre los costes y beneficios obtenidos) de una alternativa terapéutica en comparación con otras, permitirá tomar decisiones acertadas en función de los recursos disponibles, teniendo siempre presente los criterios de efectividad y seguridad clínica. (2,3).
Cuantitativamente el medicamento el recurso terapéutico más utilizado; cualitativamente, la selección del medicamento más adecuado para el paciente que solucione su problema y que no genere otros problemas derivados de su uso (reacciones adversas, falta de respuesta, toxicidad, etc.) e incluso su consumo innecesario es de gran trascendencia. Ante estas circunstancias, es incuestionable la importancia que tiene el uso racional de los medicamentos como parte integrante de un sistema de asistencia sanitaria de calidad.
Fruto de ello, han surgido en los distintos ámbitos sanitarios, tanto de Atención Primaria como Especializada Programas de utilización racional del medicamento, cuyo objetivo primordial puede resumirse en: “Conseguir una gestión racional de los medicamentos”. (4,5, 6).
 
El concepto abstracto de “racional” es muy diferente parael sistema sanitario, el médico y el personal de enfermería, el farmacéutico y el paciente. Engloba aspectos farmacológicos, clínicos, económicos y sociales.
Para lograr un uso racional de los medicamentos es necesario establecer una política farmacéutica que garantice la conexión de los diferentes eslabones implicados en el uso del medicamento. Sin duda alguna, todos estos eslabones tienen que establecer estrechas relaciones que permitan lograr un uso seguro y efectivo de los medicamentos.
- Del sistema sanitario, tratamos en el artículo anterior.
- El médico promoverá el uso racional de los medicamentos, prescribiendo aquel fármaco que, dentro de las alternativas existentes, sea el más efectivo, seguro y costo razonable para el paciente y para el Sistema de Salud.
- El farmacéutico deberá lograr una adecuada gestión de medicamentos en su entorno sanitario. Para ello, realizará actividades de información tanto a nivel de los profesionales sanitarios como a nivel de los pacientes; promoverá y colaborará conjuntamente con otros profesionales sanitarios en la elaboración y puesta en marcha de distintos programas de Educación para la salud, con el objeto de que sea conocedores de los beneficios y riesgos de los medicamentos que reciben.
- El personal de enfermería promoverá el uso racional de los medicamentos durante la dispensación al paciente y colaborará con el resto de los profesionales sanitarios en el desarrollo de distintos Programas de educación y promoción de la Salud.
- El paciente contribuirá al uso racional de los medicamentos, utilizando correctamente los medicamentos dispensados por prescripción médica, en base a su problema de salud correctamente diagnosticado.
 
Entre las distintas estrategias contempladas en estos Programas de uso racional de medicamentos, la selección de medicamentos constituye el pilar básico; las demás actividades están vinculadas y relacionadas estrechamente con ella
 
Selección de medicamentos
El complejo proceso de selección de medicamentos está presente en muchos escenarios, desde el ámbito primario del paciente individual a la selección de medicamentos esenciales a escala mundial por la Organización Mundial de la Salud (OMS) (7). (Tabla 1).
Precisamente la OMS define el proceso de selección de medicamentos como “el proceso continuo, multidisciplinario y participativo que debe desarrollarse basado en la eficacia, seguridad, calidad y coste de los medicamentos, a fin de asegurar el uso racional de los mismos”.
 
Tabla 1.- Distintos niveles de selección de los medicamentos
 
DESTINO SELECCIÓN
ENTORNO
DECISOR
Paciente
Atención médica individual
Medico prescriptor
Hospital
Guía Farmacoterapéutica
Comisión de Farmacia Hospital
Atención Primaria
Guía Farmacoterapéutica
Comisión de Farmacia Área de Salud
Aseguradoras sanitarias
Listas positivas
Comisión de Farmacia Aseguradora
España
Registro central
Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS)
Europa
Registro Europeo
Agencia Europea del Medicamento (EMEA)
Mundo
Lista de medicamentos esenciales
Organización Mundial de la Salud (OMS)
 
El arsenal de fármacos existentes, según datos recogidos hasta marzo 2010 es de 5.758 principios activos registrados y 14.074 especialidades distintas correspondientes a 453 laboratorios.
Por otra parte, existen una serie de factores que pueden influir en la toma de decisiones a la hora de seleccionar medicamentos. Dada la importancia sanitaria, social y económica de este proceso, vamos a analizarlos:
 
1.- Presión de la Industria farmacéutica sobre los prescriptores, farmacéuticos y otros profesionales sanitarios.
2.- Multiplicidad de medicamentos “me too”, que suelen comercializarse generalmente cuando están próximas a vencer las patentes. Generalmente suelen ser distintas formas de presentación y/o modificaciones de las moléculas originales que aportan ligeras ventajas farmacológicas, no justificándose en la mayoría de los casos su precio para su utilización generalizada.
3.- Incremento de numerosos artículos en la bibliografía sobre eficacia y efectividad, pero escasez de estudios comparativos entre medicamentos que compitan entre si.
4.- Irrupción de INTERNET como vía de acceso a la información biomédica que conlleva también cierta presión por parte la sociedad civil y aparición de campañas de marketing farmacéutico dirigidas a los pacientes.
5.- Políticas de contención del gasto farmacéutico.
 
Después de todo lo expuesto, podemos concluir que el mundo sanitario se enfrenta a la hora de seleccionar un medicamento ante un conflicto. Por un lado el elevado número de fármacos disponibles, cada vez más potentes y a veces con diferencias mínimas, pero refrendadas por políticas de marketing agresivas y poco contrastadas; por otro lado el prescriptor le resulta difícil estar al día de todas las novedades comercializadas y estar debidamente informado; insistir en que en el entorno sanitario, la formación continuada es proporcionada en un elevada proporción por la propia Industria farmacéutica lo que origina una cierta distorsión y sesgos en la información recibida.
 
Ante esta situación, resulta imprescindible establecer un proceso de selección de medicamentos tanto por la imperativa necesidad de asegurar el acceso a los enfermos del medicamento en condiciones adecuadas de calidad y seguridad como por la gran amplitud de ofertas que existen en el mercado.
Este proceso de selección de medicamentos generalmente se realiza a través de las Comisiones de Farmacia y Terapéutica. Se definen como órganos de asesoramiento, consulta, coordinación e información relacionados con el uso de los medicamentos. Están constituidas por médicos de los distintos servicios o especialidades y los farmacéuticos de los servicios de farmacia de los hospitales o de las Áreas de Atención Primaria. (1)
 
Evidentemente el proceso de selección de medicamentos es dinámico, activo, flexible, totalmente transparente y continuamente revisable ante las novedades que surjan en el mercado que pueden incluirse o excluir algunos fármacos considerados menos eficaces ante la existencia de otras alternativas mas coste/efectivas.
Para realizar el proceso de selección no basta con guiarnos de la mera intuición subjetiva. Debido al exceso de información que se maneja, es necesario la aplicación de determinada metodología donde se valoren una diversidad de criterios (farmacoterapéuticos, económicos, relacionados con la calidad de vida, etc.) para tomar la decisión de la inclusión ó exclusión de un fármaco concreto. (Tabla 2). (8, 10, 11) A nivel farmacoterapéutico, siempre se tendrá presente la efectividad del fármaco y la seguridad para el paciente. (11).
 
Tabla 2.- Criterios generales para selección de un medicamento
 
 
1.- Eficacia /efectividad clínica
2.- Seguridad (efectos adversos)
3.-Farmacocinética (Biodisponibilidad, interacciones)
4.- Coste
5.- Otros:       Simplificación posológica
                        Comodidad para el paciente
                        Comodidad personal sanitario
                        Experiencia avalada
                        Excipientes
 
 
Los estudios farmacoecónomicos nos van a permitir conocer la eficiencia de las distintas alternativas terapéuticas disponibles para tratar las patologías; estudios coste/beneficio, coste/efectividad, coste/utilidad, minimización de costes, análisis multiatributo, etc que nos permitirán conocer la relación coste/efectividad de las distintas alternativas terapéuticas que comparamos para tratar la enfermedad. (2,3,9)
 
Esta actividad queda plasmada en las Guías Farmacoterapéuticas. Son el mejor reflejo de la filosofía de consenso sobre la política de utilización de los medicamentos en un entorno sanitario concreto (hospital, atención primaria, centros sociosanitarios, etc). (1, 11, 12).
 
Es fundamental la divulgación masiva, el conocimiento y el manejo de las mismas por todos los sanitarios implicados en el proceso de gestión integral del medicamento y aprovechar toda tecnología existente (PDAS, web, intranet) para garantizar su máxima difusión.
 
Para conseguir una adecuada selección de medicamentos es imprescindible poder disponer de una adecuada información objetiva, crítica , debidamente contrastada, basada en la evidencia científica. (8,11).
 
Información de los medicamentos
Es otra intervención imprescindible. Puede ser una herramienta para la toma de decisiones en los procesos de evaluación de medicamentos o estar centrada directamente en la atención de la población o.
La labor informativa puede tener una orientación formativa y educativa o ser pasiva (actividad que atiende la demanda de los profesionales sanitarios). En la Tabla 3 se describen algunas actuaciones generalizadas en el entorno sanitario.
 
Tabla 3.- Actividades englobadas dentro de la Información de medicamentos
 
- Informes de interés:  
                                               Hojas y boletines informativos
                                               Informes para Comisiones de Farmacia
                                               Alerta farmacéuticas…
    - Estudios utilización medicamentos
    - Sesiones clínicas y reuniones informativas
    - Programas de intercambio terapéutico
    - Elaboración de protocolos
    - Programas de adherencia terapéutica
    - Programas de educación para la salud
 
 
            Todas estas actividades contribuyen a mejorar los hábitos de prescripción, la calidad de la prescripción y promueven el cumplimiento de principios éticos en la utilización de medicamentos. (11, 12, 13). Tienen carácter educativo y formativo para los profesionales sanitarios.
 
Mención especial son las distintas campañas informativas dirigidas a la población general cuyo objetivo es adquirir “cultura del medicamento”. Esto se traduce en tomar conciencia de los beneficios y riesgos asociados al consumo indiscriminado de medicamentos y la automedicación. Comentarios cómo: ”el genérico no me sienta igual”, “lo bueno es caro”, ”no me han dado el antibiótico”, etc. deben dejarse de escuchar poco a poco.
            Se están desarrollando en muchos Centros de salud y en determinados departamentos de los hospitales distintos programas dirigidos a pacientes con patologías crónicas como la diabetes, hipertensión, asma, obesidad, SIDA que transmiten una información sobre la enfermedad, diferentes aspectos relacionados con la administración de la medicación, la importancia de la adherencia al tratamiento, efectos adversos, aspectos que pueden afectar a la vida cotidiana, etc (Tabla 4).
 
Tabla 4.- Modelo de plan farmacoterapéutico
 
-       Nombres de los principios activos de los medicamentos que componen el tratamiento
-       Indicación del fármaco, acción y beneficio
-       Vía de administración y pauta de administración
-       Forma de preparación y cuándo tomarlo ( antes , durante, después de las comidas)
-       Duración del tratamiento
-       Precauciones
-       ¿Qué hacer si se olvida una dosis?
-       Efectos adversos posibles y que conducta segur si aparecen
-       Interacciones con otros medicamentos y alimentos
-       Posible relación con distintas pruebas analíticas
-       Condiciones de almacenamiento y conservación
 
 
 
Después de todo lo expuesto, podemos concluir que con independencia de las diversas medidas de contención del gasto farmacéutico llevadas a cabo por la Administración sanitaria, el personal sanitario es el que debe de efectuar una “gestión integral del medicamento”.
 
Una selección adecuada de los medicamentos y una utilización racional de los mismos garantizará una dispensación al paciente del fármaco más efectivo y seguro al menor coste y contribuirá a la mejora de la calidad asistencial.
Los estudios farmacoeconómicos se confirman como la herramienta básica y fundamental para obtener los mejores resultados en salud con los recursos disponibles y valorar el impacto económico-social en términos de salud que se ha producido por el empleo de un tratamiento. 

BIBLIOGRAFÍA:
 
1.- Ley 29/2006, de 27 de julio, de garantías y uso racional del medicamento y productos sanitarios.
 
2.- Wang Z, Solmon JW, Walton SM. Cost-effectiveness análisis and the formulary decisión-making process. J. Manag Care Pharm 2004; 10: 48-59.
 
 3.- Soto J. Estudios de Farmacoeconomía en la asistencia especializada: principios, métodos y aplicaciones prácticas. An. Med. Interna. Madrid1994; 16: 41-46.
 
4.- Iñesta García A. Uso racional de los medicamentos en Atención Primaria: criterios, requisitos, indicadores e intervenciones. ”Escuela Nacional e Sanidad. Madrid, 1995.
 
5.- Martínez Escudero JA, Baeza Berriti JE. Impacto de un programa de uso racional del medicamento sobre la prescripción farmacéutica en un Área de Salud. Aten Primaria, 1996; 18(10): 47-59.
 
6.- Buitrago F, Mendoza Espejo R. Responsabilidad del médico de Atención Primaria en el uso racional de medicamentos. Aten Primaria 1995; 15: 137 – 38.
 
7.- Organización Mundial de la Salud. Conferencia de expertos OMS sobre el uso racional de medicamentos. Nairobi. Kenia. WHO/CONRAD WP.1985..
 
8.- Ascione FJ. Principles of scientific literatura evaluation critiquing clinical drug trials. Washington DC: American Pharmaceutical Association. 2001.
 
9.- Odedine FT, Sullivan J, Nash R et al. Use of pharmacoeconomic data in making hospital formulary decisions. Am. J. Health Syst. Phar. 2002; 59: 1441-1444.
 
10.- Janknegt R, Steenhoek A. The System of Objectified Judgement Analysis. (SOJA). A tool in rationl drug selction for formulary inclusion. Drugs 1997d; 53(4): 550-562.
 
11.- http.// www/ genesis.sefh.es
 
12.- Bosch M, Arnau JM, Laporte JR. Utilidad de protocolos, formularios y guías terapéuticas para promover la prescripción racional de medicamentos. Inf. Ter. Sist. Nac. Salud 1996; 20: 41-47.
 
13.- Delgado SO, Puigventos LF, Llodrá O V et al. Programa para la sustitución de equivalentes terapéuticos en el medio hospitalario. Rev. Clin. Esp. 2000; 200: 261-270.
 
 




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